Diferencia entre psicología online y presencial. ¿Cuál es la mejor opción?
¿Te has preguntado alguna vez si la terapia online empeora la calidad humana? Te lo cuento en clave de psicología.
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Leer másUna de las consultas mas habituales que se producen cuando pasa el verano hace referencia a los problemas de la pareja. Es decir, algún miembro o incluso los dos, toman conciencia con respecto a su situación de pareja y se plantean qué hacer con ella.
Leer másComo idea clave: es de interés diferenciar entre el día a día, digamos habitual, y ¡el gran día!; o sea, el comienzo de las vacaciones.
Leer más¿Sientes que tu felicidad depende completamente de otra persona? ¿Tienes miedo de perder a alguien porque no sabes cómo estarías sin él o ella? Si estás asintiendo mientras lees es muy posible que estés experimentando lo que se conoce como dependencia emocional.
Leer másMejorar el rendimiento de un equipo de trabajo, no solo es fundamental para cualquier organización que aspire a alcanzar el éxito y mantenerse competitiva en el mercado, sino que también aspire a mantener un clima laboral en positivo y cuidadoso con los suyos.
Leer másSaber trabajar en equipo es más que importante en cualquier empresa, institución u organización. Los equipos efectivos pueden lograr grandes objetivos a la vez que generar un ambiente de trabajo positivo. Claro que no siempre es fácil conseguirlo.
Leer másLas relaciones familiares son una parte muy importante en nuestras vidas, influyendo significativamente en nuestro desarrollo y bienestar. Además, estamos en una época, la navideña, en la que este tema nos suele preocupar un poco más que le resto del año.
Leer másPrevenir la depresión en el trabajo es crucial para mantener un ambiente laboral saludable y productivo para todos y todas. Dado que pasamos una gran parte de nuestra vida trabajando, es esencial abordar los factores que pueden llevar a la depresión en este entorno. En un lenguaje sencillo y directo, veamos cómo podemos lograrlo.
La depresión no surge de la nada; necesita un ambiente y circunstancias que la alimenten. En el contexto laboral, esto puede deberse a la presión constante, la falta de claridad en las responsabilidades, o incluso el trato negativo por parte de colegas o superiores.
Todos estos factores pueden contribuir a que una persona se sienta desvalorizada e insegura pudiendo llegar a un estado emocional depresivo.
Una causa común de estrés y desánimo en el trabajo es la falta de objetivos claros y alcanzables. Cuando no sabemos exactamente qué se espera de nosotros o cómo nuestro trabajo se alinea con los objetivos estratégicos de la empresa, podemos sentirnos perdidos y, por tanto, desmotivados.
Para prevenir el desánimo y emociones como la tristeza y el agotamiento emocional, es crucial establecer metas claras y asegurarse de que cada miembro del equipo entienda su papel; y cómo contribuye al éxito general de todos es importante para fomentar un estado de ánimo saludable.
Sentir una desconexión con la empresa o con el trabajo que hacemos puede llevarnos a cuestionar nuestro valor y propósito no solo en el trabajo, sino también en la vida.
Tenerlo en cuenta y fomentar un ambiente en el que los empleados se sientan conectados no solo con sus tareas diarias sino también con la visión y misión de la empresa es bueno para la Salud Emocional de todos.
Debes reconocer logros, celebrar éxitos, y proveer una retroalimentación positiva y constructiva para reforzar la sensación de pertenencia y propósito.
El acoso y la discriminación son venenos para cualquier ambiente laboral. No solo son inaceptables desde el punto de vista ético, sino que también son catalizadores poderosos para problemas de salud mental, incluida la depresión.
Crear un entorno de trabajo seguro, donde todos se sientan respetados y valorados, es crucial para fomentar un ambiente emocional sano.
Esto incluye promover una cultura de inclusión y respeto, además de marcar políticas y procedimientos de denuncia claros, para que en caso de ser necesarios, la víctima no se sienta sola. Pero también, como cultura preventiva de estas conductas reprobables.
Cuando se hace difícil desconectar del trabajo debido a la presión de estar siempre “encendidos”, se perjudica la saludmental.
Estar cansados supone una bajada en el rendimiento profesional, pero también un incremento de vivencias emocionales negativas tales como apatía el desánimo o la abulia.
Para promover un ambiente emocional sano, es necesario un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal, que no solo beneficia a los empleados sino también a la empresa.
El estar descansados y satisfechos favorece la motivación de logro y, por tanto, todas las partes salen ganando.
El ambiente laboral juega un papel crucial en cómo nos sentimos acerca de nuestro trabajo. Un ambiente positivo, donde la colaboración y el apoyo mutuo son la norma, puede aumentar significativamente la satisfacción laboral. Está claro que en cada equipo hay personas de diferente índole. Desde los más exigentes hasta los aparentemente más “pasotas”.
Celebrar los logros colectivos, fomentar el trabajo en equipo y mantener una comunicación abierta son pasos clave para construir este tipo de ambiente.
La educación continua sobre la importancia de la salud mental, signos de advertencia de la depresión, y cómo buscar ayuda es una inversión más que rentable en nuestros días.
La salud mental es un beneficio y debemos saber sobre ella todo lo posible para preservarla.
Las sesiones de formación, talleres y seminarios pueden ser herramientas valiosas para aumentar la conciencia y desestigmatizar los problemas de salud mental en el lugar de trabajo.
Crear un ambiente de trabajo que prevenga activamente la depresión requiere esfuerzo y compromiso de todos los niveles de la organización.
Desde establecer metas claras hasta promover un entorno inclusivo y de apoyo.
Cada paso cuenta.
El estado emocional en el trabajo hace referencia al momento concreto en el que el organismo responde con una o varias emociones ante situaciones o sucesos en el contexto profesional. Estos pueden afectar para bien o no. Lo importante es conocer el origen de tales emociones para organizar su funcionalidad en tu vida tanto profesional como personal.
Al hablar de trabajo, se asumen una serie de responsabilidades implícitas con las que se establece un compromiso intrínseco. Con él, se acompañan emociones positivas o negativas según el momento o circunstancia temporal en la que te veas, pero no se hacen permanentes, no son una forma de vida, sino que, como su nombre indica, se asientan en un estado emocional en el trabajo concreto; es algo temporal.
Importante es diferenciar el porqué de cómo te sientes. No es lo mismo acudir al trabajo emocionalmente enfadado, molesto o triste, sin causa profesional aparente; que sea el propio trabajo el que despierta en ti esas emociones.
Si te ubicas en un espacio profesional en el que hacer un contraste entre quién eres tú y cómo te has desarrollado ahí, puede que empieces a conocerte algo mejor. Qué influencias o qué distancias personales pueden marcar tu perfil, allana el camino para conocer a qué se deben tus estados emocionales en el trabajo.
Preguntas clave, tipo: ¿quién te cae mal o bien? Y ¿por qué?; ¿con quién te gusta pasar tiempo? y ¿haciendo qué?; o ¿cómo he llegado hasta aquí?, son unos puntos iniciales de inflexión sobre los que apoyar estrategias de mejora en cuanto a tus emociones se refiere.
Sentimiento de bienestar como: la tranquilidad, el buen humor o, sencillamente, las ganas de estar, reflejan que estás en el lugar adecuado para ti.
Pregúntate: qué valor otorgo o me otorgan en el desempeño de mis funciones; si tengo un plan de carrera bien definido o no; qué participación tengo en las reuniones de equipo; estas respuestas serán clave para aprender a mejorar tus sensaciones de bienestar en la empresa ya que ellas son las que te representan a ti y a quién eres tú.
Cómo afecta el estrés a los miembros del equipo es un dato básico sobre el que poder hacer una gestión apropiada de las emociones. No solo a nivel individual sino también a nivel de equipo.
Cuando tengas toda esta información en tus manos, será momento de tomar decisiones con las que aproximarte a la persona que vive como quiere vivir.
La ansiedad por comer es un desafío que muchas personas enfrentan en su vida diaria. Este fenómeno, a menudo impulsado por emociones o hábitos arraigados, puede llevar a patrones de alimentación poco saludables y afectar negativamente la salud física y mental.
Afortunadamente, con las estrategias adecuadas, es posible controlar esta ansiedad y fomentar un estilo de vida más saludable y equilibrado.
Antes de abordar cómo controlar la ansiedad por comer, es crucial entender qué es y por qué ocurre. La ansiedad por comer no siempre está relacionada con el hambre física; a menudo está vinculada a emociones como el estrés, la tristeza o el aburrimiento. Identificar los desencadenantes emocionales es el primer paso para gestionar este comportamiento. Es decir, en sí mismo es una consecuencia, no una causa.
Si bien en cada caso los desencadenantes serán de un tipo u otro, se suele compartir un precepto básico: los pensamientos rumiadores. Estos desencadenan respuestas ansiógenas que tienen que ser mitigadas a través de la elaboración de los mismos. A efectos prácticos se traducen en diferentes formas de comportamiento que, en el caso que nos ocupa, encuentran en la comida su mejor aliado.
Además, no hablamos de cualquier alimento, sino que los procesados y los azúcares suelen solucionar casi de forma inmediata esta inquietud mental precursora. Por lo que la persona se va haciendo cada vez más dependiente de esta rapidez y sensación de tranquilidad que mitiga la ansiedad, pero no soluciona las causas.
Lo fundamental es conocerse. La autoobservación es una herramienta poderosa para que puedas saberlo. Así que, llevar al día un diario de alimentos y emociones puede ayudar a identificar patrones y desencadenantes específicos de la ansiedad por comer, en tu caso.
Hay que comenzar anotando lo que comes, cuándo y cómo te sientes en ese momento, para tener una visión clara de los factores emocionales que pueden estar impulsando tus hábitos alimenticios.
Así mismo, puedes acompañarte de otras estrategias como:
La práctica del mindfulness o atención plena es esencial en el manejo de la ansiedad por comer. La alimentación consciente implica prestar plena atención a la experiencia de comer, apreciando los sabores, texturas y olores de los alimentos, y escuchando las señales de hambre y saciedad del cuerpo.
Dado que el estrés es un desencadenante común de la ansiedad por comer, aprender a manejarlo es crucial. Técnicas como la meditación, el yoga o incluso actividades como leer o pasear al aire libre pueden ser efectivas para reducir el estrés y, por ende, controlar los impulsos de comer por ansiedad.
Crear un horario regular de comidas y refrigerios saludables ayuda a evitar el hambre extrema y los atracones. Incluir una variedad de alimentos nutritivos en tu dieta garantiza que tu cuerpo reciba los nutrientes necesarios, lo que puede reducir los antojos y la alimentación impulsiva.
No subestimes la importancia del apoyo emocional. Hablar con amigos, familiares o un profesional de la salud mental puede proporcionar el apoyo necesario para enfrentar y gestionar la ansiedad por comer.
Cuando se identifica la ansiedad por comer, es útil tener una serie de actividades o técnicas de reemplazo para redirigir la atención. Esto podría incluir tomar un vaso de agua, hacer una caminata corta o practicar respiraciones profundas. Estas actividades ayudan a crear una pausa entre el impulso y la acción, permitiendo tomar decisiones más conscientes.
Además de las estrategias personales, es importante considerar el entorno. Mantener alimentos poco saludables fuera de la vista y tener opciones saludables a mano puede reducir significativamente la probabilidad de comer por ansiedad. Además, crear un entorno tranquilo y relajante en casa puede ayudar a reducir los niveles generales de estrés y ansiedad.
Controlar la ansiedad por comer es un proceso que requiere comprensión, paciencia y práctica. Al identificar los desencadenantes emocionales, practicar la alimentación consciente, manejar el estrés, establecer rutinas alimentarias saludables, buscar apoyo emocional y crear un entorno favorable, puedes desarrollar un enfoque más saludable y equilibrado hacia la comida y el bienestar general. Recuerda, cada pequeño paso cuenta en tu viaje hacia una vida más saludable y feliz.